Charles Robert Darwin supo siempre que su teoría, iba a caer como una bomba atómica porque nadie le iba a creer, ya que todos creían en la teoría de la IGLESIA acerca de la creación; no obstante ello, se atrevió y publicó “El Origen de las Especies”.
Darwin se sentía como un hombre a punto de confesar un crimen. En La Inglaterra victoriana del S. XIX prevalecía la idea de todas las especies vivas –incluido el ser humano- habían sido emergidas del suelo de un día para el otro por la mano de Dios. Lejos estaba su teoría de apoyar esto; muy por el contrario.
El padre de la evolución-como así se llamó a Darwin-había estudiado Teología en la Universidad de Cambridge con la intención de convertirse en sacerdote de la iglesia Anglicana.
Todas sus teorías estaban en contra del “Libro De Génesis”.
En el año 1851 la muerte de su adorada hija Annie, como consecuencia de una tuberculosis que acabó con su vida a los 10 años, fue la puntilla que le hizo perder definitivamente la fe. Luego, de esta muerte tan dolorosa, Darwin sufrió una fuerte crisis de fe. Sin embargo, nunca quiso definirse como ateo sino más bien como agnóstico.
“El Origen de las especies” desató un escándalo descomunal en la sociedad británica, y Darwin tuvo que sufrir la humillación de ver su propio rostro barbudo caracterizado en un mono. La Iglesia Anglicana denunció que la Teoría de la Evolución constituía la visión más degradante del ser humano.
Toda esta polémica sobre los conflictos religiosos que podían provocar sus teorías no le asombraban ya que éstos eran frecuentes en su propia casa; sin embargo le hubiera chocado mucho más el descubrir que, 150 años después, las llamas de esta controversia todavía no se han apagado en el mundo del siglo XXI.
El año pasado se prohibió en las escuelas las teorías de Darwin.
Hecho por: Carolina Vazquez, Mateo Rolón Righetti y Marina Lecour.
Darwin se sentía como un hombre a punto de confesar un crimen. En La Inglaterra victoriana del S. XIX prevalecía la idea de todas las especies vivas –incluido el ser humano- habían sido emergidas del suelo de un día para el otro por la mano de Dios. Lejos estaba su teoría de apoyar esto; muy por el contrario.
El padre de la evolución-como así se llamó a Darwin-había estudiado Teología en la Universidad de Cambridge con la intención de convertirse en sacerdote de la iglesia Anglicana.
Todas sus teorías estaban en contra del “Libro De Génesis”.
En el año 1851 la muerte de su adorada hija Annie, como consecuencia de una tuberculosis que acabó con su vida a los 10 años, fue la puntilla que le hizo perder definitivamente la fe. Luego, de esta muerte tan dolorosa, Darwin sufrió una fuerte crisis de fe. Sin embargo, nunca quiso definirse como ateo sino más bien como agnóstico.
“El Origen de las especies” desató un escándalo descomunal en la sociedad británica, y Darwin tuvo que sufrir la humillación de ver su propio rostro barbudo caracterizado en un mono. La Iglesia Anglicana denunció que la Teoría de la Evolución constituía la visión más degradante del ser humano.
Toda esta polémica sobre los conflictos religiosos que podían provocar sus teorías no le asombraban ya que éstos eran frecuentes en su propia casa; sin embargo le hubiera chocado mucho más el descubrir que, 150 años después, las llamas de esta controversia todavía no se han apagado en el mundo del siglo XXI.
El año pasado se prohibió en las escuelas las teorías de Darwin.
Hecho por: Carolina Vazquez, Mateo Rolón Righetti y Marina Lecour.
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